Planeta donde Dios recluye a espíritus errantes para que no disturben la paz celestial en el mundo espiritual ni la evolución de las almas en el mundo material. Los ángeles guardianes custodian al espíritu caído cuando muere, pues consumido por los sentimientos de ira, muerte y lucha es un peligro para todos los espíritus y él mismo. En este planeta recibe fluido y ayuda de hermanos para que comprenda el amor a la vida y recupere sentimientos de humanidad que le permitan ganar una oportunidad para reencarnarse de nuevo.
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