Dios nunca nos abandona y deja a nuestra disposición médiums, hermanos de gran elevación que pueden mediar en temas espirituales con gran capacidad y ayudarnos en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana; llegando a realizar curaciones milagrosas, si hay fe.
Hay muchos médiums en la actualidad en la Tierra: unos en desarrollo, otros son médiums videntes completos y muy pocos son clarividentes.
El desarrollo del médium
La glándula pineal es el lugar anatómico donde el espíritu recibe su desarrollo mediúnico. Digamos que la glándula pineal es donde el espíritu va a concentrar su lucidez del alma. En una palabra, donde el alma se va a hacer translúcida como el espíritu, a través de la materia.
Gracias a esa continua carga positiva de fluido, que va a ir recibiendo de sus guías durante su desarrollo, dará lugar a la capacidad de la mediunidad.
Este desarrollo no es visible. La glándula pineal se atrofia siendo niños a partir de los 2 años, pues el cuerpo ya es suficientemente maduro como para recibir fluido directamente. El hecho de ser médium no va a provocar un cambio anatómico, esta glándula seguirá atrofiada.
Pero recordemos que el fluido no es algo material, no pretendamos ahora hacerlo visible. Está claro que somos materia, y aquí reencarnados tenemos un cuerpo, y el cerebro es el puesto de mando donde converge el fluido, se canaliza y distribuye por todo el cuerpo. La glándula pineal es el lugar donde converge la mediunidad y sin ella, no podemos ser médiums.
De igual forma, el hecho de tener esta glándula pineal que pueda servir de canalizadora de fluido extra, si Dios así la transforma, nosotros por más que provoquemos su funcionamiento extra motivándola farmacológicamente, no serviría de nada. Sólo Dios hace que la glándula pineal sea enclave translúcido de la mediunidad.
No olvidemos que, aunque no sepamos o no hayamos descubierto el funcionamiento de alguna cosa en nuestro cuerpo o en la tierra, todo tiene su explicación divina. Sólo tenemos que ser pacientes y entenderlo bajo la mirada del Creador.
En un médium desarrollado esta glándula brilla como una luz espiritual. Por eso comúnmente se le ha dado el nombre de tercer ojo o se representa a la mediunidad como la emergencia de una luz interior. Esta luz continua interna se asemeja a una reserva de luz, un extra de fluido, para poder ejercer la mediunidad. De ahí que hayan recibido también el nombre de iluminados.
Por lo tanto, para llegar a ser médium vidente completo, una de las tareas es ir gradualmente acostumbrándose a recibir esa cantidad de fluido extra. Esto se consigue gracias a ejercicios de concentración a través de la fijación visual.
¿En qué consiste ser médium?
Hablamos de médium vidente completo cuando ha finalizado su desarrollo. Esto implica ser capaz de recibir la cantidad suficiente de fluido para mantener telepatía, recibir videncias y comunicarse con los espíritus.
Toda esta información que recibe va a ser en beneficio de alguien que necesite ayuda y su interpretación va a ser clave para dar el mensaje a la persona necesitada.
Por tanto, el médium recibe, interpreta y ayuda a los hermanos que necesitan consejo espiritual. El médium debe ser una persona humilde, con fe y dispuesto a entender la necesidad del hermano y el mensaje espiritual que recibe.
Por ese motivo, las personas que vienen destinadas a ser médiums son espíritus muy elevados, que se han preparado a consciencia para realizar este tipo de reencarnación.
Dios dispone para ellos, una vez finalizan su desarrollo, guías espirituales de muy alta elevación, espíritus puros. Cuando finaliza su desarrollo, estos guías cierran el círculo protector, para que no acechen al médium espíritus que, aunque puedan tener buena intención, disturben al médium de sus funciones.
Consecuentemente, y gracias al anillo protector de estos guías espirituales puros, el médium vidente completo, jamás podrá engañar en su consejo, pues todos los espíritus que se comuniquen con el médium serán fiables y la información estará validada.
¿Puede un médium hacer curaciones y milagros?
Gracias al fluido extra que recibe y si la persona necesitada con su fe así está dispuesta, Dios puede otorgar curaciones y milagros.
Debemos tener en cuenta, que Dios trata igual a todos sus hijos, si bien nosotros administramos nuestras oportunidades. Si le pedimos con fe a Dios, y Dios ve que puede ser favorable para nosotros, Dios nos puede conceder esa curación o ese milagro.
El médium sólo es el canal, es la guía si estamos perdidos, es el refugio si estamos desesperados. Pero es la fe quien cura, es la fe quien nos salva.
El médium facilita el acto del milagro por así decirlo, pues puede inducir a pautas, tratamientos, motivando la fe necesaria para llegar a esa curación o milagro. Pero quién concede el milagro o la curación siempre es Dios.
¿Puede Dios retirar el don que ha otorgado a un médium?
Nunca Dios ha realizado tal cosa. Como hemos dicho los médiums son espíritus muy elevados y además reciben guías espirituales puros. Su fe y devoción es inequívoca.
¿Existen médiums que actúen haciendo el mal?
Si actúa haciendo el mal es que no es un médium vidente completo. Lo que sí ha ocurrido, y ocurre, es que no hayan iniciado o finalizado adecuadamente su desarrollo.
Los médiums que están en desarrollo al no tener la capacidad suficiente de captación fluido y al no recibir todavía la protección de los guías puros, pueden ser engañados. Pues sus videncias y comunicaciones con los diferentes espíritus están abiertas y no está custodiada por el anillo de protección.
Si en vez de centrarse en su desarrollo, en los ejercicios de concentración y cultivar su fe; se aventuran a hacer de médiums sin serlo, pueden tener muchos problemas. Pues pueden quedar expuestos a espíritus turbados, burlones, que le confundirán aún más. Y si además se presta y lo refuerza, puede desvirtuar su fluido para sí mismo y para los demás. Esta situación los atrasa y los retira del camino que Dios ha ofrecido para ellos.
De ser así, estamos hablando de personas que, a pesar de su alta capacidad y elevación, estando reencarnados se ciegan en su vanidad y egoísmo. Se piensan que, por haber recibido algunas videncias y varias señales espirituales, pueden ser dueños y señores de esa capacidad. Y que pueden hacer uso a su voluntad de esos espíritus que se le acercan.
Dios como siempre, nos deja que actuemos según nuestra decisión y libre albedrío. Y permite que el médium en desarrollo experimente por sí mismo. Aunque si Dios ve que puede hacer daño irreversible a los demás, no lo permite. Mengua su capacidad con la esperanza que rectifique.
Y podemos encontrar médiums potenciales que podrían haber sido muy buenos, y que ahora son un desprestigio, estando a merced de espíritus turbados.
Futuros médiums: sed buenos, sed justos e implacablemente manteros firmes a la fe de Dios, por encima de cualquier falsedad. Luchad siempre por lo justo y no luchéis o no hagáis las cosas movidas sólo por la lujuria o por el dinero.
¿Los médiums completos pueden responder diferente ante la misma pregunta?
Deben concurrir en la misma respuesta si todos son médiums videntes completos, pero matizo. Si la respuesta a esa pregunta es sí o no, por supuesto van a coincidir.
Pero si se trata de transmitir un mensaje a través de una videncia, describir a una persona o ayudarte a comprender un hecho, cada uno tendrá su forma de hacer. La base de la cuestión, el resultado del problema será el mismo, pero cada uno de los médiums tendrá su forma de explicación, de expresión y matizará un aspecto más que otro.
El médium no deja ser una persona que se ha reencarnado para vivir con este don. Dios le entrega la capacidad de la mediunidad y le da lo que necesite para que lo lleve a cabo de la mejor manera posible. Pero es el médium el que decide cómo y en qué manera es la mejor forma de dar cumplimiento a esa misión.
Es justo pues, el médium contribuya en la comunicación de ese mensaje y se le haga partícipe de esa voluntad de Dios. Por lo tanto, cuanto mejor formación, educación y cultura posea, mejor podrá actuar como médium. Los médiums destacan por su buena ejecución y empatía con los que le rodean.