El exorcismo nace en los primeros tiempos de la creación de la Iglesia, cuando los primeros líderes de la Iglesia inician las primeras concentraciones religiosas.
¿En qué consiste el exorcismo?
El exorcismo consiste en liberar a la persona del espíritu turbado que se ha posado sobre ella, librándose así de la acción negativa que ejerce ese espíritu turbado al ir absorbiendo su fluido, mermando así sus capacidades intelectuales, comportamentales e incluso de salud.
Como hemos comentado anteriormente, un espíritu turbado al no querer ascender al mundo espiritual tras su muerte, permanece en la tierra. Al sentirse cada vez más confuso en su turbación, arraiga miedo y temor profundo ante su falta de comprensión de la realidad. Y buscando ese fluido de comprensión y amparo de su desasosiego se apegan a la persona que más cree puede ayudarle.
Generalmente suele ser un familiar allegado, pero también puede ser amigo. Todo depende de la afinidad que el espíritu turbado haya elaborado con esa persona, ya bien sea por haber coincidido en vida pasada o incluso haya desarrollado simplemente observando su vida como testigo.
Ese apego consiste en absorber fluido de esa persona, pero también ese espíritu turbado, al querer confraternizar con él buscando esa confianza, le transmite sus miedos, sus dudas. E incluso a veces, pueden durante segundos querer ocupar su cuerpo, en un intento de querer adueñarse de su cuerpo.
Ante la falta de fluido, nuestras capacidades se ven mermadas. Habrá más cansancio de lo habitual, costará realizar tareas tanto físicas como intelectuales, afectará al comportamiento, pues puede nublar el juicio lógico del pensamiento.
Nuestro cuerpo también se verá afectado, aparecerán problemas de salud y generalmente, en estos tiempos, es el médico quién se encontrará con este problema. Se verán signos de rechazo, náuseas, actos impulsivos…
Y más allá de estos problemas, esa negatividad que ejerce el espíritu turbado, llegará a esa persona en forma de miedos, pesadillas, lo que llevará a trastornos mentales y psiquiátricos tipo histeria o fobias.
Incluso en algunos momentos, el espíritu turbado intenta ocupar su cuerpo. Claro está son sólo segundos, pues el cuerpo no admite dos espíritus, y sólo un médium preparado podría soportarlo. Por lo que, ante tal avalancha de fluido, y además negativo, la persona vomitaría, incluso podría sufrir una crisis epiléptica.
Ni que decir cabe que Dios no va a permitir la muerte por ello, pero sin duda esa persona buscará ayuda y verá que la fe en Dios es su única salida.
Para corregir esta situación, es necesario el exorcismo, es decir, realizar un ritual o un proceso, por el cual se libera a esa persona del espíritu turbado apegado. Y este proceso, el exorcismo, puede realizarlo cualquier persona con fe por obra y gracia de Dios.
Evidentemente, un médium vidente completo, puede liberar, retirando él mismo ese espíritu turbado. Pero el exorcismo, puede realizarlo cualquier devoto de Dios y por ese motivo, fueron los primeros líderes cristianos quienes iniciaron estos rituales.
Origen del exorcismo
En los comienzos de la Iglesia, al nombrar los líderes de las primeras concentraciones religiosas, hubo una especie de obispo en Gran Bretaña, y lo digo así porque aún no existía el concepto actual de jerarquía eclesiástica, que asentó las bases del exorcismo.
Este hombre, del cual ya no existe ni su nombre entre nosotros, fue borrado por la historia de la Iglesia, para evitar la relación del exorcismo con la Iglesia.
Este hombre dejó escritos del ritual que se debía llevar a cabo para expulsar el espíritu turbado de las personas atormentadas.
Este hombre, Comenico, fue un médium en Gran Bretaña y aportó el conocimiento necesario para realizar el exorcismo. Pero fue asesinado para que ese conocimiento fuera reservado en exclusivo por el alto ministerio eclesiástico.
Por tanto, ni él ni su legado es conocido. Sin embargo, sí hizo exorcismos, sí ayudó a muchas personas, y por eso su legado se convirtió en mito.
¿Por qué Dios lo permite?
Hemos de tener en cuenta, que estas situaciones ocurren porque así Dios dispone que sucedan. Primordialmente para las personas que lo padecen, porque generalmente sus guías lo permiten para que sea una experiencia de fe.
Quizás esa persona no tenga muy claro las cosas de Dios y esta experiencia pueda ser el inicio de su nueva fe.
Quizás esa persona incluso haya perdido sus guías, y sea motivo suficiente para recuperarlos.
Esta situación de buscar ayuda y ver que solamente puede librarte el amparo de Dios, es de gran valía para el espíritu.
Y buscarás el médico, y cuando veas que la medicina nada puede hacer, buscarás un médium o una persona de fe para encontrar la ayuda de Dios.
Y en ultima instancia, tu fe te salvará, porque Dios no te va a abandonar nunca. Y ese sacerdote o ese médium, realizará un exorcismo y te salvará.
Claro está, el médium retirará ese espíritu turbado. El sacerdote no, pero a través de la fe, los espíritus elevados lo harán, mediarán por él. Porque lo más importante, es que tanto ese sacerdote como esa persona afectada, lo están pidiendo con fe a Dios.
Yo espero, que pronto la claridad de la Iglesia, decline en una claridad espiritual y de conciencia. Que ayude a sacar la burla del exorcismo y no a mantenerla. Que triunfen los hombres puros espirituales.
Y aquellos que Dios designe y envíe, sean escuchados en todos los centros importantes de la Tierra. Para que presenten al mundo una nueva forma de entender la verdad de Dios, de salvación, de pureza, de refortalecimiento a la necesidad de luchar; creer y depurarse, de tantas y tantas faltas que venimos a dejar en la Tierra.
Y que todo, todo cuanto podamos aportar a esta claridad, lo haremos con fe, con ilusión y con gracia. Y Dios Nuestro Padre nos da ayuda de una forma incondicional, a que esa claridad día a día, resurja con más fuerza.
Que Dios os bendiga y os guíe.