El Espiritismo es el nacimiento de la vida espiritual. Debe significar para nosotros una base, un sentimiento vivo anterior a la Tierra, anterior a todos los planetas. Somos mucho más viejos que la Tierra.
Somos espíritus. Hemos nacido como espíritus. Si Dios nos ha llevado a la existencia material, es para hacernos más humanitarios y sabios en nuestra inteligencia. Por lo que el cuerpo tiene la importancia estrictamente que tiene durante nuestra vida, pero no debe acaparar nuestras preocupaciones. Es mucho más importante nuestro espíritu, esa es nuestra fuerza.
Hemos nacido en la Tierra para aprender
El espíritu prevalece sobre todas las cosas materiales, sobre todas las situaciones buenas o malas que existan en el ámbito terrenal. Un espíritu debe estar muy por encima de todo ello y la materia debe significar, dentro de nuestra reencarnación, la lucha interna constante de desligar la capacidad del espíritu del peso de la materia.
A medida que vamos comprendiendo y desarrollando nuestra capacidad interna, nuestra ideología, nuestra forma de sentir; debemos ir haciéndonos transparentes a la materia, debe prevalecer el espíritu a la materia. Esto forma parte de la perfección del conocimiento, para ascender y llegar a la pureza.
Las cosas que no le van bien al espíritu son aquellas que la materia o el propio espíritu materializado se siente atraído por ellas, como las riquezas o los vicios, etc. Si en la Tierra, que cohabita lo bueno y lo malo, somos capaces de caminar, aunque estemos en medio de ellas y aún con el peso de la materia, pasar desapercibidos de todas esas cosas que entusiasman a la materia; imaginaos cuando llegue el momento de ascender al mundo espiritual, simplemente no nos afectarán.
Si nuestra capacidad está por encima de todas esas cosas mundanas, de todos esos vicios y planteamientos ideológicos desviados, y comprendemos que las cosas materiales no ascienden al reino de Dios, sólo asciende las cosas buenas y útiles de conocimiento que tiene cavidad en el espíritu; entonces ¿de qué sirve acaparar bienes y riquezas en la Tierra, si cuando Dios nos pida el alma, no nos las podremos llevar y se quedarán aquí en la Tierra? Y cuando lleguemos ante Dios, ¿con qué nos vamos a presentar ante Él? ¿Dónde está nuestra riqueza de espíritu? El afán de lucro y las riquezas se quedan en la Tierra, y el espíritu se siente vacío.
El Espiritismo es una ideología limpia y clara, no es cosa de brujería
El Espiritismo debe significar para nosotros la base más importante de todas las cosas conocidas. Nosotros somos es el Espiritismo. Entre todos formamos el Espiritismo. Que nadie se quede fuera porque no puede. Que nadie hable mal del Espiritismo porque estaría hablando mal de sí mismo.
Es cierto que algunos seres terrenales han dado un enfoque equivocado del Espiritismo, que confunden el Espiritismo con brujería y hechizos, con cosas de muy bajo perfil como la magia negra. Pero el Espiritismo está muy por encima todos estos pensamientos mundanos y alejado de toda idolatría.
El Espiritismo es tal y como Dios lo creó: sano, limpio, sin tinieblas ni oscuridad, sin magias, sin brujería. Hago un llamamiento para que derribéis todo ocultismo o falsos mitos a cerca del Espiritismo. Debemos defender al Espiritismo que Dios creó, no al que confunden otros. Debemos defender al Espiritismo de la forma que hay que entenderlo, no a la tergiversación que otros han adaptado como si fuese algo terrorífico.
Conoce el verdadero espiritismo
Para poder entender el verdadero Espiritismo, primero hay que conocerlo. Espero este blog pueda servir de puerta para esclarecer de una vez por todas el camino.
Huid de la superchería de cuantos libros publicados existen a cerca del Espiritismo. Hay que conocerlo desde la verdadera raíz de este mismo. Y esa raíz es simple y clara: El Espiritismo fue creado por Dios. Todos nosotros, estemos como materia o espíritu, formamos el Espiritismo.
Aquí, en el Espiritismo, no existen brujas ni brujos, ni magia negra, ni vudús, ni demonios, ni exorcismos, ni tarot… No hay ocultismos, todo es luz, claridad y transparencia. Es puro, bueno y limpio.
Para identificar el Espiritismo basta con elevar el pensamiento y valorar en nuestro sentimiento. Leed de corazón y sabréis diferenciar de lo bueno y lo malo. Apartemos aquello que nos confunde. Si hacemos prevalecer nuestro espíritu, nadie nos va a engañar. La verdad está en nosotros mismos. Sólo debemos tener el valor de sentirlo.