Multitud de científicos han estudiado a lo largo de la historia cómo inducir comportamientos y terapias en las personas aboliendo su voluntad, atendiendo que su propia voluntad es la que está empeorando o incluso produciendo su enfermedad.
Nace así el hipnotismo, la ciencia que estudia cómo inducir a las personas a un estado de conciencia que permita aislarlos del dolor y sugestionarlos para curarlos.
Y el psicoanálisis, la ciencia que estudia como inducir a las personas a un estado de conciencia que permita acceder a lo más profundo de su consciencia y pensamiento, y sugestionarlos para curarlos.
Sin embargo, ¿Qué hay de cierto en estas técnicas curativas?
¿En qué consiste el hipnotismo realmente?
Podemos buscar lo que existe hoy día sobre hipnotismo, pero dado Dios y ciencia están reñidos en este mundo, no vamos a encontrar una definición que nos satisfaga. Para empezar ni ellos mismos, me refiero a la comunidad científica, han llegado a un consenso de si hay consciencia o no, o si se trata de un estado o no.
El hipnotismo deberían practicarlo sólo médiums videntes completos, pues consiste en aislar el alma en el cuerpo de la persona de tal manera que queda desconectada de su cuerpo. El alma pues queda encerrada dentro de su cuerpo y sólo atiende a la persona que le ha inducido el hipnotismo. Es decir, no atiende a su cuerpo, pero tampoco ha dejado su cuerpo y por tanto no atiende a sus guías, y queda a merced del hipnotizador. Esto significa que, si ese hipnotizador no sabe lo que hace, puede hacer realmente daño espiritual a esa persona.
Claro está, que no todo el mundo podrá ser hipnotizado. En primer lugar, hace falta que esa persona realmente esté predispuesta a dejarse llevar por el hipnotizador. Y esta situación de confianza ciega y pérdida de la voluntad propia no es una capacidad común de todas las personas.
Por lo tanto, que llegue un hipnotizador, por muy competente y experto que sea en la hipnosis y elija cualquier persona del público y con un solo gesto o palabra, pueda inducir a la hipnosis, es imposible. Eso forma parte de un espectáculo de magia, trucos y diversión, que se aprovecha de la confusión científica para entretener al público.
¿La hipnosis puede curar?
Si la hipnosis la realiza un médium vidente completo instruido para realizarla, puede curar, si esa persona así se entrega para este cometido.
Pero debo deciros que, si ya hay pocos médiums videntes completos en este mundo, imaginaros que además coincida que se hayan preparado e instruido para hacer hipnosis. Francamente, son excepcionales si es que en este mundo existen.
Sin embargo, es muy importante que tengamos presente que, si no es un médium vidente completo instruido, el hipnotizador puede hacer mucho daño a la persona inducida. Porque ese espíritu que se hipnotiza debe ser protegido y guiado de tal forma que no turbe su pensamiento, y de no ser así, puede provocar consecuentemente confusión y bloqueo.
Esa persona a través de un péndulo o cualquier otro instrumento que induzca a una pauta constante y la voz de su hipnotizador se recluye en forma trance en su cuerpo y queda a expensas de lo que su hipnotizador le va diciendo o haciendo.
Es decir, el hipnotizador concentra su fluido para influir en esa persona y ésta lo acoge. Conforme ese hipnotizador va actuando, esa alma debe protegerse, debe haber reconciliación con el espíritu porque si no es así, esa alma puede alterarse al no comprender y despertar precozmente.
Si ese hipnotizador está operando su cuerpo, por ejemplo, despertar precozmente puede ser fatal. Si ese hipnotizador fuera médium vidente completo, el médium puede controlar el tiempo de la hipnosis.
De todas formas, imaginemos que despierta cuando el hipnotizador le da la orden. A pesar de haber realizado la hipnosis en pauta correcta, si no ha protegido y guiado ese espíritu de forma adecuada, lo que conseguirá es aún confundirlo más. Y eso lo vemos cuando duerme, pues el espíritu se turba al no tener claro cuál es su estado, si debe salir o no del cuerpo y a quien atender.
Las personas que practican hipnotismo si no son bien llevadas, empeorarán en cada sesión, de forma que cada vez más estarán decaídas y absortas porque cada vez será más difícil volver a la realidad.
Por lo tanto, aquí nuestro consejo: en hipnosis sólo recurrir a médiums videntes completos. Y al ser un método terapéutico, mejor aún si además son médicos.
El psicoanálisis puede ser útil
El psicoanálisis tiene una base muy similar al hipnotismo, pues parte del mismo estado de trance y semiinconsciencia que necesita el hipnotizador o guía para conseguir sugestionar al paciente.
Sin embargo, el psicoanálisis nace de la creencia que relacionar tus fobias o problemas con traumas de tu pasado puede llevarte a la curación a través de la comprensión del origen. E incluso se ha relacionado con vivencias de otras vidas pasadas.
No confundamos los términos. Como bien hemos comentado en otros apartados, no recordamos nuestras vidas anteriores. Y no vamos a recordarlas tampoco con el psicoanálisis.
Ahora bien, el hipnotizador puede hacernos creer que es otra vida lo que nos explica o también puede utilizar por ejemplo un sueño que hemos tenido, del recuerdo de otra vida, para sugestionarnos y relacionarlo.
El único que puede retroceder y ver claramente sus vidas pasadas es el espíritu gran en el plano del espíritu. Y es una capacidad innata espiritual.
Con el psicoanálisis pues, también se puede curar, pues el guía que conduce puede intervenir, sugestionar e inducir a la persona hipnotizada para hacerle comprender lo que tan difícil le parecía estando consciente.
Pero de nuevo, al igual que ocurre con el hipnotismo, debe ser un médium vidente completo el que supervise esta terapia. Pues él sabrá hasta qué punto exigir o en qué recuerdos apoyarse para conseguir el objetivo.